Hola 👋 ! Me llamo Matías. Nací en Buenos Aires, Argentina. Crecí en el barrio de Núñez donde viví toda mi infancia y adolescencia. Soy el menor de 6 hermanos que hemos sido criados con hermosos valores familiares. Mi papá, Arturo, fue un ejemplo de perseverancia y unión familiar hasta sus últimos días, fue él que nos enseñó a nunca bajar los brazos. Mi mamá, Vera (del italiano: Verdadera!) es la personificación de la humildad, la paciencia, el amor por el prójimo y la empatía.

Hoy tengo la suerte de haber formado mi propia familia, sembrando los mismos valores que heredé. Mi esposa, Ale, me acompaño en cada paso del difícil proceso de crecimiento, desde mis inicios en la especialidad, con los sacrificios que eso implica. Ella me enseñó a valorar mi trabajo y a confiar en mis aptitudes. Nos ayudamos mutuamente a crecer y seguimos aprendiendo uno del otro; somos un gran equipo! Ahora, juntos, tenemos la oportunidad de seguir cultivando esos valores familiares que tanto veneramos, y de descubrir otros nuevos para transmitir a nuestros hijos, Franco y Sol, quienes son realmente el complemento de nuestra felicidad!

Gracias al apoyo incondicional de mi familia, he podido desarrollarme profesionalmente en algo que me apasiona profundamente. Soy médico cirujano especializado en otorrinolaringología, pero me gusta más definirme como un traductor de salud. Me considero una herramienta para que mis pacientes comprendan mejor el lenguaje médico, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre su propio cuerpo y cómo abordar sus enfermedades.

La docencia es parte de mí, y transformar temas complejos en lecciones más simples siempre fue un desafío que me gustó enfrentar. Estoy convencido de que el entendimiento está al alcance de todos, si logramos encontrar las palabras y los ejemplos adecuados.

En mi tiempo libre, disfruto al máximo jugando con mis hijos, especialmente al aire libre. Los deportes me apasionan, y prefiero mucho más practicarlos que verlos. El entrenamiento funcional es una excelente manera de liberar tensión y energía, me ayuda a concentrarme en mí mismo, al igual que la música. Cantar y tocar instrumentos con mis amigos siempre fue mi cable a tierra, especialmente con mi bajista número uno.

En los últimos años, descubrí una pasión inesperada por la programación, un mundo fascinante que combina creatividad y lógica. Me encontré inmerso en desafíos complejos que requieren ingenio y nuevas estrategias, especialmente en el campo de los algoritmos. Haber entrado en este rubro fue una experiencia extremadamente enriquecedora con la que sigo trabajando y aprendiendo día a día.

Soy una persona accesible y empática, siempre esforzándome por conectar con los demás. No me intimidan las relaciones; de hecho, disfruto mucho de la interacción con las personas. Sé que mi forma de ejercer la medicina no es la convencional, pero es la que más me gusta porque me permite relacionarme de manera auténtica. Creo en conectar con los miedos de las personas, siendo transparente, sin esconder sentimientos ni emociones, y disfrutando cada oportunidad de aprendizaje mutuo. Estoy convencido de que las mejores cualidades de un médico no se encuentran en ningún libro; se traen desde el hogar: la vocación de servicio, ser buena persona y tener sentido común.

Mi idea con este Newsletter es que puedas leer mis artículos e imaginarte que te los estoy contando en una reunión familiar, sin intención de venderte nada, ni siquiera de “enseñar”, simplemente para que tengas la oportunidad de entender las cosas tal como yo aprendí a entenderlas.

Estoy seguro de que lo vamos a disfrutar ambos.
Matias!