Apneas y ronquidos: Cómo puedo empezar a bajar de peso?

Llegó el momento, hiciste click! Ya tomaste la decisión de mejorar tu calidad de vida pero necesitas tips para este primer paso? Aca te voy a contar algunos consejos para que esta primera etapa sea mas amigable.

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Los ronquidos y las apneas del sueño son mucho más que una molestia nocturna; pueden ser un problema de salud serio, y muchas veces, la solución empieza con un cambio en nuestros hábitos.

Una de las formas más efectivas de combatir las apneas del sueño es mediante la pérdida de peso. ¿Por qué? Porque al reducir la cantidad de grasa corporal, especialmente en la zona del cuello, ayudas a disminuir la presión sobre las vías respiratorias. Esto puede reducir significativamente los episodios de apnea y mejorar la calidad de tu sueño, además de otros beneficios para la salud.

Bajar de peso no solo ayuda a mejorar la apnea del sueño, sino que también mejora tu expectativa de vida al reducir los riesgos asociados con estas enfermedades. Aquí te comparto algunos consejos que suelo dar a mis pacientes para comenzar este proceso:

Uno es mejor que cero!

La primera recomendación es, “hacer un poquito es mejor que no hacer nada”. Si es la primera vez que estas empezando a hacer actividad física o si ya tuviste la constancia en algún momento de tu vida, no es momento de comparaciones. Lo que hagas hoy de actividad, caminar, trotar, bicicleta, 10 abdominales o tal vez modificar tu alimentación, ¡eso es mejor que no haber hecho absolutamente nada!

Los hábitos se adquieren con constancia

Intentá dedicarle una cantidad de tiempo fija todos los días a hacer actividad. Empezá con un tiempo corto, tal vez unos minutos solamente. Incorporalo como una obligación más en el día, con la misma rigurosidad con la que tenés tus reuniones de trabajo o con el mismo grado de responsabilidad con el que llevas a los chicos al colegio. Preferentemente en el mismo horario y todos los días, el primer mes.

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“Tenés una nueva meta!”

Intentá guiar tu ejercicio con el siguiente lema: “No voy a hacer menos que ayer”. Si tu primer día conseguiste caminar 5 minutos sin cansarte, excelente, esa es tu nueva meta para el día siguiente. El día 2 caminarás 5 minutos de nuevo, y esa es tu meta para el día tres. Sin darte cuenta, va a llegar el día en que te sientas con energía para caminar 5 minutos y medio, esa va a ser tu nueva meta. ¡Esta estrategia te va a permitir ver tu progreso de una forma muy clara!

Es mejor al aire libre

Si tenés la posibilidad, ejercitá al aire libre, donde puedas ver verde, sentir el calor del sol o el frío del viento en la cara. El contacto con la naturaleza es muy fuerte para esta etapa, te va a permitir sentir que estas conectando con tu cuerpo una vez más. Si no es una opción, no te olvides, uno es mejor que cero ¡Todo ejercicio Sirve!

Progresión: sensación y realidad

A veces, el día a día no permite que te des cuenta del verdadero progreso, sobre todo en las personas que son más autoexigentes. Una herramienta muy útil para esta etapa es hacer siempre la misma rutina o recorrido. Supongamos que salís a caminar o a trotar, intentá hacer siempre el mismo camino o si estás haciendo ejercicios en el living de tu casa, intentá empezar por la misma rutina, mismos ejercicios y mismas repeticiones. De repente, te vas a dar cuenta algún día que aquello que al principio te costaba, con el tiempo te va a costar menos aumentando tu sensación de progreso.

“Desbalanceate”

Te sugiero que en esta etapa te mantengas alejado o alejada de las balanzas, por más que sea tentador, no te peses. Permitile a tu cuerpo una oportunidad para sentirse bien consigo mismo por el simple hecho de estar haciendo el esfuerzo.

Dos “No más”

Encontrá dos elementos de tu alimentación que sepas o consideres que no te están ayudando a progresar. Para algunas personas puede ser la gaseosa, para otros el chocolate, tal vez el pan o si sos fan de la pasta. Este mes vamos a decirle a esas dos cosas “no más” para que puedas demostrarle a tu cuerpo que tenés disciplina.  

Estos consejos no son ley, pero son muchas de las herramientas que conversamos con pacientes y les han servido para dar este primer paso!

¿Qué otras herramientas se te ocurren o cuáles te sirvieron? ¿Querés compartirlas? Mandame un correo a [email protected] y compartí tus estrategias para que siga creciendo nuestra comunidad!

Ánimos!! Nos vemos!!