Tengo nódulos en las cuerdas vocales: ¿Me tengo que preocupar?

Existen muchas enfermedades que pueden traer trastornos en la calidad de la voz. Sin duda, una de las más frecuentes son los nódulos en las cuerdas vocales. En este artículo voy a contarte las cosas que tenés que saber sobre cómo abordar este problema.

Si bien la palabra nódulo puede asustar un poco, no todos los nódulos en el cuerpo tienen mal pronóstico. En las cuerdas vocales, los nódulos son siempre benignos y tratables. El origen de un nódulo en una parte del cuerpo depende mucho del tipo de piel que lo origina. La piel que recubre la cuerda vocal es el mismo tipo de piel que recubre la boca, los labios, la cara, las manos y los pies. Se llama "epitelio estratificado" porque son como capas, estratos o láminas. Esto es así porque son zonas acostumbradas a la fricción. Nuestras cuerdas vocales, para poder funcionar bien, tienen que acercarse casi al punto de estar en contacto una con la otra, dejando pasar aire en el medio, parecido a cuando estrechamos la boquilla de un globo.

A la izquierda las cuerdas vocales en fonación, a la derecha un dibujo que muestra lo que sucede con el aire en ese momento.

Entonces ¿Qué los causa?

El uso excesivo o mal uso de la voz, especialmente en ambientes ruidosos. Gritar o hablar sin descanso, así como tener mala técnica de respiración al hablar, produce un mal flujo de aire entre las cuerdas vocales, generando un contacto erróneo entre ambas. De la misma manera que una mala pisada forma un callo en el pie, lo mismo ocurre en la cuerda vocal: ese mal contacto genera un pequeño bulto de exceso de piel, el nódulo.

¿Cuáles son los síntomas?

Disfonía, alteración en la voz, pérdida de la calidad vocal, fatiga al hablar y, en algunos casos, dolor en el cuello o la garganta.

¿Cómo se diagnostican?

El diagnóstico es rápido y sencillo, consiste en realizar una laringoscopía indirecta. Hay distintos tipos de laringoscopía indirecta:

  • Espejo laríngeo: se realiza por la boca, con la lengua afuera, y mirando con una luz que se refleja en un espejo angulado en el fondo de la garganta.

  • Laringoscopio rígido: también se realiza por la boca, con un instrumento rígido, como un palito que tiene un visor angulado y se proyecta en una cámara.

  • Laringoscopio flexible o rinofibrolaringoscopio: un equipo de fibra óptica, flexible, que mira por la nariz hasta la garganta.

Rinofibrolaringoscopía flexible, sin anestesia, sin dolor!

Todos estos procedimientos, aunque parezcan terribles, son mínimamente invasivos y se toleran muy bien.

¿Qué tratamientos existen?

La primera línea de tratamiento suele ser el reposo vocal y la terapia con un fonoaudiólogo para aprender técnicas adecuadas de uso de la voz. En algunos casos rebeldes al tratamiento, es necesario hacer una pequeña cirugía por la boca para sacarlos. Sin embargo, la gran mayoría de los casos puede resolverse de forma terapéutica mejorando las técnicas vocales.

Estos problemas son muy comunes en profesiones que implican el uso excesivo de la voz, como personal de ventas, profesores de educación física, profesionales de locución, predicadores y docentes, pero no es excluyente.

¿Cuándo debería estudiar mis cuerdas vocales?

Nosotros, los médicos, sugerimos estudiar las cuerdas vocales en las siguientes situaciones:

  • Disfonía de más de 3 semanas de evolución.

  • Disfonía percibida por familiares o profesionales de salud (no solamente por la sensación del paciente).

  • Disfonía acompañada de dificultad respiratoria o para la deglución.

  • Antecedentes de tabaquismo.

En conclusión, si te dijeron que tenés nódulos, no te asustes, ¡pero no dejes pasar el tiempo! Reducí el uso y la intensidad de tu voz e intentá iniciar una terapia vocal lo antes posible.

Si tenés más consultas sobre esta u otras enfermedades de las cuerdas vocales, preguntame a [email protected].

Nos vemos en la próxima.